Al Cristo de la Espina se le atribuye un milagro. Fué el 12 de noviembre de 1946 cuando se celebraba el último dia del triduo al Cristo. Los fieles rogaban al Nazareno para que lloviera en la ciudad que por entonces padecía una fuerte sequía. Esa mañana sobre el mediodía se produjo un tornado en la ciudad y se nublo hasta hacerse casi de noche. Después del triduo la Imagen fue sacada en procesión seguida de una multitud de fieles que pedía la lluvia. Al rato de salir el cortejo con cielo despejado se nubló y comenzó a llover torrencialmente. Ya de vuelta en su iglesia cientos de fieles acudieron para darle gracias por la tan necesaria lluvia que habia llegado milagrosamente por intercesión del Nazareno de la Espina.
Es la imagen de Cristo mas venerada de nuestra ciudad desde el siglo XVIII y es llamado por todos “Señor de Badajoz”, titulo que por milagroso, devoción y veterania se merece y le corresponde. Hay muchas hipotesis sobre la fecha de la realización de la talla , aunque los más entendidos creen que pudiera tratarse de una obra de Martinez Montañes realizada entre los siglos XVI y XVII. Otra hipotesis apunta a que las Clarisas del convento cuando se establecierón en Badajoz en el siglo XIV ya traian la imagen con ellas.
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