lunes, 2 de enero de 2012

LAS BANDAS Y LOS BOCADILLOS

La crisis económica que padecemos desde hace ya algunos años tampoco pasa desapercibida por los ambientes cofrades y cada año se hacen mas números para “poner en la calle” a los Titulares de las Hermandades.
A los gastos florales, cera, etcétera que desembolsan las cofradías hay que sumar el acompañamiento musical donde también se va sin duda un buen “pellizco”. Por ello es normal que las Hermandades en el tema musical como se suele decir, busquen, comparen y si encuentran algo mejor… o peor, lo compran; es decir contratan la o las bandas que se ajusten a sus posibilidades económicas. Todo esto hasta aquí es normal y fácil de comprender y cada una busca ahorrarse unos dineros. Faltaría más
Mi abuela que era muy “amiga” de refranes decía que… a rio revuelto, ganancia de pescadores; y yo digo que no hay mal que por bien no venga. Así, aprovechando esta situación en la que se mira más la “pela” y las cofradías se aprietan más el cinturón han surgido bandas que han empezado a hacer su agosto en abril, y se están ofreciendo para acompañar a las cofradías por algo más que los gastos de transporte y un bocadillo. Estas bandas demuestran muy pocos escrúpulos además de poco compañerismo hacia las demás y lo malo es que a esta “moda” se están sumando bandas algunas de ellas de cierto renombre. Parece que todo vale con tal de firmar la Semana Santa completa.
Ya deben haber olvidado lo que cuesta mantener económicamente una formación musical de estas características, aparte de las horas de ensayo y el sacrificio personal que conlleva pertenecer a ellas. Todos saben que no se van a hacer ricos en ellas y que para la inmensa mayoría es tan solo una afición. Me atrevería a decir que el noventa por ciento de las Bandas que hay en España no cobran ni un duro sus componentes. Mantener una Banda tiene sus gastos, entre ellos los de uniformidad y todos los años hay nuevos componentes a los que la mayoría de las veces si no hay ninguno libre que les sirva, hay que hacerles uniforme nuevo. Un uniforme “normalito” viene costando seiscientos euros. Si pasamos al tema de instrumentos es raro el año que no se hace una inversión en alguno o varios nuevos. Los que sepan de qué hablo conocerán lo que cuesta por ejemplo una tuba, trompeta, corneta o tambor y ya no hablemos de los gastos fijos como son parches, baquetas, mazas y el mantenimiento de instrumentos que por el uso se estropean y hay que reparar. De media una reparación menor, dependiendo del tipo de instrumento, viene costando treinta euros. Concretamente soldar la bomba principal de una trompeta cuesta sesenta euros. Echando cuentas de lo que se cobra una Semana Santa la mayor parte queda para cubrir estos gastos y poco más, aunque las Cofradías piensen lo contrario. Solo ganan dinero con esto las digamos… bandas grandes, que ya casi todos sabemos cuales son.
Se entiende que las cosas están muy mal económicamente pero la solución no es ofrecerse por cuatro perras y tirar el trabajo de otras formaciones musicales por el suelo. Gran parte de la culpa de que esto ocurra la tienen las Hermandades que buscando el ahorro (cosa que por otro lado se entiende) no se dan cuenta de que con esa actitud de negociar un contrato como el que regatea en un zoco fomentan la aparición de estas “Bandas bocadilleras” y no saben el daño que causan al resto de bandas. El aceptar estos contratos por poco más que los gastos no garantiza en la mayoría de los casos para nada la calidad musical de la banda, pues lógicamente nadie da duros a cuatro pesetas. Por otro lado y dicho sea de paso hay algunas cofradías a las que les da lo mismo lo que “lleven detrás” mientras hagan ruido. Este tema de las “Bandas bocadilleras” no es nuevo ni mucho menos pues ya había muchas que venían haciendo esto antes de que la cosa económica estuviera como esta. Una de las soluciones podía pasar por lo que ya en su día se habló y que al final no llegó a buen término pues no hubo acuerdo. Consistía en crear una Confederación de Bandas extremeñas, esta confederación hubiera agrupado a aquellas bandas que lo hubieran deseado y habría servido para regular el tema de los contratos en función de la calidad musical, componentes, etcétera y haber establecido unos precios máximos y mínimos. La solución por ahora debería pasar por llegar a un acuerdo entre banda y cofradía en los contratos y no… ofrecerlo al mejor postor. Pero esta situación que vivimos tampoco debe servir para sentar un precedente, ni las hermandades regatear los contratos en el futuro, ni las bandas para ofrecerse por los gastos y un bocadillo.


Para los que no se lo crean, para muestra un boton. http://elforocofrade.org/forum/viewtopic.php?p=1083345#1083345

No hay comentarios: